Desde casi todos los ángulos, el 2017 fue un año de mucho ruido y pocas nueces. Cada vez que abríamos el periódico o encendíamos los noticieros, encontrábamos otra noticia de última hora, una nueva atrocidad, o un cambio tectónico en los marcos y reglas globales.
Sin embargo, viendo hacia atrás, aún no parece quedar muy claro lo que significa todo esto o cómo entenderlo. Mientras nos acercamos al fin de año, aún estamos en medio de una nube de incertidumbre permanente. Pero para el 2018, puede haber algunos destellos de claridad en el horizonte.
Para Norteamérica, la renegociación del TLCAN es la nube más grande sobre la economía de la región. La ronda de negociaciones concluyó en Washington, DC hace unos días, y después de tres meses, aún no hay muchos resultados qué mostrar. Los equipos sólo han terminado 2 de los 22 capítulos propuestos y muchos de los temas más controversiales—tales como una cláusula de caducidad para la eliminación del TLCAN o los requerimientos para el contenido automotriz de E.U.A—aún siguen en la mesa. La próxima ronda de negociaciones se llevará a cabo en el mes de enero en Montreal, pero sin un serio compromiso de parte del equipo de E.U.A. para negociar los puntos más complejos de buena fe, el futuro de las negociaciones se ve cada vez más precario.
Las negociaciones del TLCAN se pondrán aún más complicadas al acercarse las campañas presidenciales de México, las cuales empiezan a finales de marzo. Después de un año de maniobras políticas entre los contendientes presidenciales, los candidatos ahora están alineados frente a sus partidos, con José Antonio Meade liderando por parte del PRI, Ricardo Anaya representando la coalición El Frente por México (que incluye al PAN, PRD, y Movimiento Ciudadano), y Andrés Manuel López Obrador presentándose a sí mismo como el candidato de MORENA. Mientras solidifican la infraestructura y plataforma de sus campañas, esperamos tener una mejor idea de cómo planean abordar los asuntos más urgentes de México, incluyendo la disminución de la violencia (que actualmente se encuentra en sus niveles más altos de los últimos 20 años en México), extirpar la corrupción a todos los niveles, e impulsar el crecimiento económico que beneficie a los mexicanos de todas las clases sociales. También será interesante ver cómo se posicionan los candidatos contra la administración de Peña Nieto, y si planean defender, ajustar, o desmantelar su larga lista de reformas económicas.
Entre las reformas económicas más controversiales, se encuentra el futuro del sector energético del país. La apertura del 2013 fue un éxito tanto para el gobierno como para las empresas de energía privadas, y este año que termina estuvo marcado por licitaciones que se llevaron a cabo sin problemas, grandes hallazgos de reservas, y tres licitaciones en materia de electricidad en donde cada una rompió el record mundial de la energía eléctrica solar más económica. Pero, el sector aún sigue siendo un asunto políticamente sensible, y el candidato de MORENA, López Obrador, históricamente ha fomentado los sentimientos nacionalistas hacia los recursos y hasta ha amenazado con revertir la apertura del sector energético o dejar su destino en manos de un referendo público. Recientemente, la plataforma de MORENA ha adoptado un tono más suave, pero será un tema interesante para ver cómo evoluciona durante los próximos meses.
Con tanto en el horizonte para Norteamérica en el 2018, seguro tendremos material para más de “mucho ruido y pocas nueces” durante los meses siguientes. Como he escrito en mis boletines previos, esta es la era de la incertidumbre, y de lo único que podemos estar seguros es de la incertidumbre misma. No obstante, es posible que el próximo año nos traiga al menos una imagen de la dirección hacia el futuro de las negociaciones del TLCAN, las elecciones de México, y el camino hacia el que se dirigirán México y la región. Puede ser que las cosas no salgan como esperamos y que veamos aún más volatilidad, pero pronto podríamos tener una mejor idea de con qué estamos trabajando y hacia dónde vamos.
En la Ciudad de México, White & Case tuvo otro año impresionante, consiguiendo reconocimiento tras reconocimiento por innovación legal y trabajo de primera categoría. Espero que si en el 2018 están pensando en México, se sientan con la libertad de llamarme.
Por mi parte, tomaré los próximos días para desconectarme, poner las incertidumbres nacionales y regionales a un lado, y disfrutar las fiestas con mi familia y seres queridos. Así que, desde mi casa hasta la suya, deseo a cada uno de ustedes que pasen unas muy felices fiestas y un próspero año nuevo lleno de salud.
Sinceramente,
Antonio Garza